Cuando Thackera y escribi La feria de las vanidadeses, joya de la literatura britnica, no era capaz de augurar el xito que tendra su novela y su significado a lo largo de la historia. El subttulo, Novela sin hroe, resulta tremendamente apropiado, porque todos los personajes del argumento tienen sus defectos y sus debilidades, aunque la apariencia resulte simptica o atractiva.
La feria de defensa FEINDEF presentaba a todos los actores de la industria espaola de defensa, esplendorosos, luciendo sus mejores galas: el Ministerio, las Fuerzas Armadas, las grandes, medianas, pequeas empresas de aqu y allende de nuestras fronteras, pero como humanos que somos, ocultamos las debilidades y en esto consiste la vanidad, es decir cuando aparentar se convierte en el objetivo.
Hubo un tiempo no lejano en el que la industria de defensa ya cosechaba grandes xitos, tantos o ms que ahora, y no haba ni feria, ni ruido. Todo el mundo saba lo que tena qu hacer porque haba un liderazgo.
Quin lideraba este exitoso mercado que nos llev a Eurofighter, a la fragata F-100, al misil Meteor, a Leopardo 2E, al A400M y tantos programas de xito? No era la industria, ni el Congreso de los diputados, ni los funcionarios, eran las Fuerzas Armadas, los servidores del Estado, que como s finales que acuden a las operaciones internacionales o a la guerra jugndose sus vidas por nosotros, son los que mejor saben qu comprar, cundo, y cmo. Nadie ms capacitado para dirigir a la industria que los operativos, los sostenedores de los equipos.
Todos estos programas que he citado tuvieron a grandes directores que daban puetazos en la mesa que hacan temblar al rgano central y a la industria, pero que estaban en todo su derecho a hacerlo, porque para ellos, y solo para ellos, est al servicio la industria de defensa.
Que vuelvan a tomar el timn del sector es perentorio. Pero hoy aparecen dbiles, no quiero decir frustrados, porque no va con el carcter castrense. No se sienten protagonistas de su historia y esta es una debilidad de todos. Hay excelentes militares capacitados que protegen, a la vez de sus intereses, los de la industria con eficacia, profesionalidad, honestidad y esfuerzo.
Las grandes empresas establecidas en Espaa se presentan como corresponde a su facturacin y relevancia, pero tambin tienen sus debilidades que se esconden detrs de la maqueta y la pantalla LED. Por muy grandes que sean, siempre habr alguien mayor; por mucha tecnologa que tengan, siempre habr alguien que tenga ms.
Para un pas como Espaa, que sigue siendo el que menos invierte en defensa de la OTAN, solo hay un camino: optimizar capacidades y cooperar. Quin se crea que puede sobrevivir solo, aunque sea muy grande, se equivoca. Vendr un da no lejano que la paz sea una realidad y los gobiernos comenzarn la desaceleracin presupuestaria. Lo vimos en los cuarenta y en los noventa y as volver a ser, esperemos que pronto, y solo los que hayan entendido el mensaje de la colaboracin frente a la confrontacin sobrevivirn.
Las grandes empresas deben desarrollar producto propio. Somos Espaa, parte de Europa, la octava potencia industrial de defensa del mundo. Slo debemos mirar hacia arriba del ranking para progresar y desarrollar capacidades de ejrcitos de primera y esto nicamente se hace colaborando con los grandes, no buscando soluciones de conveniencia poltica o esttica en el tercer mundo de la defensa.
Las medianas empresas atesoran gran parte de la punta de lanza de la tecnologa y son el sustento de nuestro futuro. La diferencia en la guerra se encuentra en la tecnologa, en los sistemas, en su capacidad e invulnerabilidad. Pero estas esconden una gran debilidad, dependen de que sus contratistas principales apuesten por su tecnologa. Claro que hay mejores radares, sensores, radios y numerosos equipos fuera, pero debemos apostar por lo nacional para que sea mejor.
Muchas decisiones de adquisiciones en el exterior deberan repensarse para que este sector de equipos y sistemas sea ms robusto y proporcione el estado del arte en nuestros programas. Las pequeas empresas ya aparecen dbiles, pero, muy al contrario, son las ms fuertes, las que demuestran ms coraje.
Conozco a muchas de ellas: una nave, unos pocos ingenieros, un mini laboratorio, mucha ilusin y una fe inquebrantable de que los de arriba de la cadena de valor les presten atencin y entiendan que estas necesitan de su soporte econmico para subsistir. Hay muchas empresas espaolas que son pequeas por la indiferencia de sus clientes o del propio Gobierno.
Si hay una firma en Espaa de logstica, debe estar ah en primera lnea; si hay una de tratamientos especiales nacional, ha de estar; o el que ha desarrollado un pequeo UAV o un software. Protejamos a este sector fundamental por su alta dualidad. Sin ellos, nuestra industria de defensa sera inmensamente ms dbil.
Hay que reservar una parte de los presupuestos de I+D a estas empresas sin que supongan una carga financiera por los avales o la devolucin, sino que necesitamos al Estado como venture capital para todas estas PYME. Las empresas extranjeras son fundamentales en nuestro desarrollo industrial. Pero somos Espaa, la cuarta economa de Europa.
No nos valen acuerdos propios de otros pases, aspiramos a lo mejor y a que sea hecho en Espaa. No bastan acuerdos de offset ya superados en el primer mundo, sino de implantacin. Necesitamos, como Estados Unidos, una Buy European Act y todos los que quieran vender en Europa debern venir, invertir, producir y competir en Europa.
Pero hay que darles seguridad de que sern tratados con ecuanimidad, respetados y mimados, como corresponde a un pas que necesita de la inversin exterior para mantener el estado de bienestar. Si las empresas extranjeras se ven discriminadas, ignoradas o minusvaloradas se irn y eso solo interesa a los que quieren volver a la autarqua franquista.
Finalmente, el Ministerio de Defensa, tambin con un plan de defensa ambicioso y necesario, se ha presentado ante el sector y la opinin pblica sacando msculo, pero seguimos sin presupuesto y los planes que no aparecen en esos tomos de colores generan muchas dudas e incertidumbres, tanto sobre su realidad, como sobre su gestin.
La defensa de Espaa es el pilar de nuestra soberana e independencia, no un patio de recreo, ni un lugar para que cualquier otro inters prime sobre tan alta funcin, y nos corresponde a todos asumir nuestro papel y sacrificarse para que Espaa sea una nacin segura y prspera.(Enrique Navarro. Presidente MQGloNet)
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