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Domingo, 15 de junio de 2025 Iniciar Sesin Suscrbase

Pasado, presente y futuro de la proyeccin del poder naval sobre tierra el caso de los LHA/Ds 545j3s

PorJosep Baqus*

Trazar el origen de las cosas es til paracomprendermejor tanto las razones de su evolucin como su potencial en el futuro. Ese ejercicio es til tambin para las diversas armas as como para las doctrinas de empleo que en ocasiones preceden a las primeras y otras veces las acompaan.

Con la mirada puesta en ello traigo a colacin un caso que llama la atencin, cual es el origen de los actuales buques de asalto anfibio del tipoLanding Helicopter Assault yLanding Helicopter Dock (LHA/D respectivamente).En el fondo, si se quiere, vamos a hablar de los antecesores de losTarawa/Wasp de la US Navy, pero tambin de nuestroJuan Carlos I. Llama la atencin por el hecho en s, pero tambin por el ejrcito que hace esa apuesta. Y digo bien, ejrcito porque ni estoy hablando de las fuerzas armadas en general, ni tampoco de la marina de guerra en particular. Ya que esa intuicinnace en el ejrcito de tierra japonsy surte efecto en plena Segunda Guerra Mundial.

En efecto, a finales de los aos 30 del siglo XX Japn ya haba reiniciado su aventura imperialista, aunque su mirada estaba fijada en China. Dado su carcter insular, el reto consista en trasladar tropas y pertrechos por mar a grandes distancias. Pero, ante la eventualidad de que el mero transporte istrativo de hombres y carga no fuese factible comenzaron a pensar en buques de asalto anfibio. Hasta aqu, nada nuevo bajo el sol, por naciente que fuera. La cuestin que ahora nos interesa es que, buques AK/LPA/LKA al margen, las opciones ms vanguardistas que barajaba la marina imperial no dejaban de ser bastante convencionales, incluyendo eso s- proyectos de buques que, salvando las distancias, podran equipararse a losLanding Ship Medium (LSM) o hasta a autnticosLanding Ship Tank (LST) de los ltimos aos de la Segunda Guerra Mundial o de la posguerra (modelos que, dicho sea de paso, ya estn obsoletos). En este punto de la reflexin algn lector pensar: y qu tena de convencional un LSM/LST en aquellos tiempos? Pues, por una parte, que se trataba de buques que para realizar su funcin deban acercarse mucho a la costa, hasta el punto de tener que varar en la playa. Por otra parte, la capacidad de transporte de esas primeras versiones era un tanto limitada, aunque siempre caba fabricarlos es verdad- en cantidades importantes.

Frente a esa dinmica, en el ejrcito (de tierra, como se ha dicho) japons pensaron ms bien en buques de mayores dimensiones que pudieran realizar su funcinsin necesidad de tocar tierra. E incluso abastante distancia de la costa. Pero, adems, puestos a pensar, pensaron en buques que pudieran disponer de todo tipo de vectores, ya fueren navales o areos, para garantizar tanto el desembarco de las tropas como su cobertura ante la probable resistencia enemiga. En sntesis, tenan que ser capaces de transportar y operar con medios navales de asalto y, llegado caso, con un ala embarcada. E incluso deban estar a punto para hacer las dos cosas a la vez.

Con lo cual, poco antes de su entrada en la Segunda Guerra Mundial, los nipones seleccionaron unos pocos mercantes (de generosas dimensiones para la poca) con el fin de aplicarles las mejoras necesarias para implementar lo que en el fondo era un nuevo tipo de buque, pero que adems atisbabauna nueva doctrina de empleo de la fuerza. Uno de los ms logrados fue el tipoAkitsu Maru, integrado por dos buques gemelos. Se trataba de unidades de casi 150 metros de eslora y cerca de 20 de manga, para un desplazamiento a plena carga de unas 12.000 toneladas. Su velocidad, segn algunas fuentes, era de hasta 20 nudos. Otras la sitan en 18. Pero, como quiera que su potencia motor oscilara entre los 7.800 y los 8.000 HP, se me antoja ms realista hablar de 15. De todos modos, hay que tener en cuenta que sa era la velocidad tpica de los buques de desembarco de los aos 40 y 50. Hasta aqu, la teora. Ahora bien, esta filosofa no estaba exenta de problemas prcticos. Problemas relativos, fundamentalmente, a los medios a emplear para lanzar el asalto a cierta distancia.

Buque japon

En lo que se refiere al componente naval, los japoneses desarrollaron elDaihatsu, un modelo intermedio entre los LCVP (Landing Craft, Vehicle, Personnel) y los LCM (Landing Craft Mechanized) de primera generacin, de 14 metros de eslora y apenas 3 de manga. Estaban dotados de un motor diesel que los capacitaba para operar a unos 8 nudos y disponan de una nada desdeable capacidad de transporte: hasta 70 infantes completamente pertrechados o bien un carro de combate ligero por cada unidad, de modo que unos y otro desembarcaban por la tpica rampa proel. Se sabe quelos nuevos buques anfibios podan transportar en su vientre hasta 20 de estas lanchasque, a su vez, se hacan a la mar desde un enorme portn que cerraba la popa del buque.

Ms complicado era resolver el tema delos medios areos que deban acompaar a esos lanchones, de acuerdo con la nueva filosofa. Lo cierto es que no se pens tanto en medios de transporte de tropas como en aparatos de escolta y apoyo. Las razones son evidentes: aunque los alemanes y los estadounidenses ya estaban trabajando en aparatos de ala rotatoria, lo cierto es que los primeros diseos de helicpteros todava no estaban operativos, mientras que la alternativa de operar con grandes aviones de transporte capaces de lanzar varias docenas de paracaidistas desde un buque de ese porte pareca descabellada.

Sin embargo, pensando en el potencial del buque como medio de asalto y en la posibilidad de ir desarrollando o adaptando los medios ya existentes, se lo dot de una larga cubierta de vuelo, que se extenda por casi toda su eslora (algo ms de 120 metros de pista de aterrizaje que, adems, cubra su manga) confirindole a todas lucesla apariencia de un pequeo portaaviones de escoltade la poca. As, la idea original era utilizar esa capacidad area en beneficio de aviones de combate que, en un nmero cercano a los 20-25 aparatos, estaban ubicados en la cubierta inferior a la pista de despegue, de modo que dicha cubierta tambin haca las veces de hangar. Todo ello con la mirada puesta en que, llegado el momento, esos aviones podran defender al buque de los bombarderos enemigos provenientes de tierra as como, sobre todo, podran realizar apoyo tctico ligero sobre las posiciones enemigas, dando cobertura a las fuerzas prestas a desembarcar a bordo de losDaihatsu. Es decir, en esencia, son las mismas funciones que actualmente estn llamados a realizar (no slo, pero tambin) los AV-8B/B plus Harrier II estadounidenses y espaoles embarcados en los LHA/D sealados unos prrafos ms atrs.

An as, la operacin con medios areos presentaba sus flecos: los buques japoneses carecan de catapultas (lo mismo que ocurre con los LHA/D actuales) y no estaban preparados para recuperar esos aviones una vez haban realizado su labor. Muchos de estos problemas han sido resueltos con el tiempo... como siempre ocurre en estos casos con la irrupcin de los aviones llamados de despegue vertical (VTOL) que, en la prctica, actan en formato STOVL (despegue corto y aterrizaje vertical). Pero a principios de los aos 40 esto sonaba a ciencia ficcin.

Por lo pronto, los japoneses hicieron dos cosas. La primera,embarcar unos pequeos aviones STOL(despegue y aterrizaje corto), los Kokusai Ki-76 (algo as como un Fieseler Storch pero, adems de su ametralladora dorsal, poda llevar dos bombas o dos cargas de profundidad). Con todo, sus capacidades militares eran modestas, pudiendo aplicarse a la funcin de reconocimiento armado y a la de observacin de fuego de artillera. La segunda fuedesarrollar sus propios autogiros. Algo tarde (con la guerra empezada) pero con xito. El tipo embarcado fue elKayaba Ka-1, que estaba dotado de un ms que aceptable radio de accin, de acuerdo una vez ms con los estndares de la poca (ms de 250 km) y de una buena velocidad para tratarse de una aeronave de este perfil (160 km/h). De hecho, losKa-1llegaron a tiempo para operar desde la cubierta delAkitsu Maru. Pero slo unos pocos meses, antes de que este buque fuese hundido por los estadounidenses. En verdad, estos autogirosno eran el equivalente conceptual de los helicpteros de asalto, sino que fueron empleados ms bien como helicpteros antisubmarinos, dotndolos de cargas de profundidad. Para lo otro hubiera sido necesario, como mnimo, algo ms de tiempo, para permitir el diseo y la construccin de aparatos con mayor capacidad de carga/transporte. Pero es notorio que, en trminos doctrinales, las cartas estaban echadas:la apuesta por lo conjunto (tierra, mar y aire) quedaba integrada en un solo buquea fin de maximizar las sinergias existentes entre esos tres componentes en operaciones de proyeccin de fuerza sobre la costa.

Ese es, al fin y al cabo,el origen de un proyecto y de una doctrina de empleo que ha culminado en los LHA/D contemporneos, luego de incorporar helicpteros de transporte pesados y cazabombarderos V/STOL, adems de mejores y mayores LCMs. En nuestro cronograma, entre unos y otros, aparecen aquellos interesantes, y para m entraables,Commando Carrier de la Royal Navy que protagonizaron sendos desembarcos areos en la campaa de Suez (1956) y en las operaciones dirigidas a la defensa de Kuwait (1961) pero que, al proceder de una transformacin meramente parcial de antiguos portaaviones convencionales, ni siquiera disponan de dique para transportar y lanzar unos lanchones de desembarco que transportaban en sendos pescantes (HMSAlbion, HMSBulwark). Algo similar o peor- ocurra con los ms conocidosIwo Jima de la US Navy, ya que aunque eventualmente pudieran operar con aviones, no fueron diseados para esa posibilidad. En la prctica, la clasificacin de losIwo Jima era la de LPH, por razones evidentes. Es decir que, segn se mire, el concepto inherente a los buques japoneses que han servido de excusa para esta reflexin llevaba aos de ventaja a los diseos occidentales ms innovadores de los aos 50 y 60. Esos son, pues, los jalones de una trayectoria en la que tambin podramos incluir a los LPD (en el fondo, un LHA/D nace de la combinacin de un LPH y un LPD, aunque el hecho de poder operar regularmente con aparatos de ala fija multiplica su valor militar de modo que, una vez ms, el valor del conjunto es superior al de la mera suma de las partes).

Buque de Proyecci

En todo caso, se habr fijado el lector en el hecho de que el verbo culminar con el que encabezaba la anterior reflexin aparece entre comillas. Claro. Ese tambin es el mensaje del artculo. Porque aqu no ha culminado nada. La vida sigue. De hecho,nos encontramos con que la necesidad de alejar ms los buques (de asalto) de la costa (asaltada) crece. No voy a conectarlo con el tema de las derivas de las Revoluciones (Socio) Militares (RSM) y Revoluciones en los Asuntos Militares (RMA, en sus iniciales en ingls) por ser evidente. Por ello, las operaciones susceptibles de ser afrontadas mediante el empleo de este tipo de buques, tambin lo harn en el futuro.

No tanto porque haya que estar pensando slo ni principalmente en nuevos desembarcos de Normanda. Ese escenario, sin ser imposible, es improbable. En cambio, podemos pensar en:

  • Lanecesidad de ejecutar misiones de evacuacin de civileso incluso de rescate de rehenes, cuando la zona de operaciones est ubicada en zona costeras o cercanas a la costa, cuando el nmero de afectados sea importante y cuando se presuma una notable resistencia por parte de los actores armados responsables de esa situacin.
  • La necesidad de desarrollarmisiones puntuales, pero enrgicas, en un contexto de proliferacin de conflictos de intensidad baja/media en la que participan actores (estatales, o no) dotados de abundante armamento y que, en ocasiones,logran enturbiar el trfico martimo desde bases y posiciones ubicadas en tierra firme. A veces los vinculamos a la piratera (sin ms) pero en ocasiones constituyen el germen de un proceso de mayor alcance, que busca y logra generar el caos en un Estado dbil (quiz fallido) y complica la vida a los vecinos y a la sociedad internacional en su conjunto.
  • El hecho de que la crecientepugna por la soberana de islas y archipilagospueda pasar de las simples escaramuzas que de hecho ya estamos detectando a conflictos armados, aunque limitados (la guerra de las Malvinas respondi en buena medida a este modelo, aunque en nuestros das es ms probable el escenario de Asia Pacfico. Valga aadir que alguno de los principales fiascos para la Royal Navy fue debido a que alguno de sus buques anfibios LSL tuvo que operar muy cerca de la costa).

En todos los casos conviene tener en cuenta que:

  • No siempre ser factible neutralizar una posicin enemiga o una amenaza mediante el empleo de unos pocos equipos de operaciones especiales que, ciertamente, s podran llegar a la zona de operaciones en un avin de transporte (suelen tener un radio de accin muy grande) o bien a bordo de un submarino- o, dicho con otras palabras,en ocasiones ser necesario poner sobre el terreno unidades ms numerosas y dotadas de mayor proteccin y de mayor pegada (quiz subgrupos o grupos tcticos, pero podra llegarse al nivel de una agrupacin tctica)
  • Aunque se cumpliera la primera posibilidad, no siempre ser factibleprestarles capacidad de reconocimiento areo, apoyo areo cercano, CSAR, etc. desde bases propias que probablemente estarn demasiado alejadas de la zona de operaciones los cazabombarderos y los helicpteros suelen tener menos autonoma que los grandes aparatos de transporte
  • No siempre nos vamos a encontrar con que las armas a disposicin de esos actores dscolos son de muy corto alcance, de modo que ante la eventualidad de que dispongan de lanzacohetes, o de bateras de misiles de misiles superficie-superficie, o de artillera de cierto alcance o incluso de carros de combate que puedan ser eventualmente empleados a modo de bateras de costa mviles, ya ser necesario emplear buques capaces de lanzar el ataque tras abrir distanciascon medios de asalto que constituyan un blanco mucho ms difcil de batir por esas armas (mientras los aviones embarcados tratan de neutralizarlas)
  • Si esos actores armados disponen de alguna capacidad area en la zona, por pequea que sea, ser perentorio contar con capacidad para actuar contra ella a pie de obra, es decir, en alta mar. Los grandes portaaviones son, claro est, los llamados a garantizar la superioridad area. Pero no siempre ser factible su empleo (suponiendo que se disponga de ellos), ya sea por criterios polticos o estrictamente militares. En este sentido, los LHA/D dotan al gobierno de turno, as como a los correspondientes Estados Mayores, de una enorme flexibilidad a la hora de planificar un amplio abanico de operaciones de entre las cuales las aqu mencionadas slo constituyen una pequea muestra.

CV-22 Osprey despegando del USS Kearsarge

As que, en efecto, la historia contina. La verdad es que a lo largo de los ltimos lustros nuevos medios de asalto aeronaval ya han llamado a la puerta de los Marines y de la US Navy: pensemos en los convertiplanos CV-22 y en los hovercrafts LCAC. Ya, ya, no es oro todo lo que reluce: los primeros son muy caros, demasiado grandes (para las tropas a transportar) y no tan veloces como cabra desear y quiz hasta esperar, cuando vuelan en modo avin. Los segundos, en cambio, s son extraordinariamente rpidos (para avanzar por el agua, se entiende) pero ni su precio, ni la relacin entre su tamao y su capacidad de carga (no muy superior a la de nuestras LCM-1E, sin ir ms lejos) son del todo satisfactorios. Es verdad. Sea como fuere, se han dado pasos de gigante para mejorar la gestin de este tipo de operaciones anfibias y la base tecnolgica est madura para nuevos desarrollos que con toda seguridad incidirn en la solucin de los flecos detectados a da de hoy.

Hovercraft junto al LHD norteamericano USS Bonhomme

Probablemente no tardemos en ver convertiplanos de combate, equipados como medios antisubmarinos y/o como aparatos de apoyo tctico ligero para su empleo en conflictos de baja/media intensidad, o en advertir cmo multiplican su capacidad de transporte de tropas, incluso a una velocidad de crucero mayor que la actual. Es posible que los primeros ya sean aviones de combate no tripulados. Como no tardaremos en saber de hovercrafts capaces de doblar o hasta de triplicar no slo la velocidad (cosa que ya hemos visto que hacen) sino tambin la capacidad de transporte de tropas o de vehculos de los actuales LCMs. O de la aplicacin de otros diseos, como los catamaranes, a estas funciones (los ses ya han comenzado, con su EDA-R, al que prximamente dedicar un post en el apartado correspondiente de la web de GESI). La doctrina lo avala, la historia lo afirma y los astilleros slo necesitan aumentar ligeramente esloras y mangas de unos buques que, de hecho, ya vienen evolucionando en esta direccin desde hace dcadas. El punto dbil? El precio de los aparatos. Por el de media docena de CV-22 se puede construir un LHD tipoJuan Carlos I. Y es que, ya se sabe, ganarse el cielo siempre ha sido caro.

*Josep Baqus es Profesor de Ciencia Poltica en la Universidad de Barcelona y miembro del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI).


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