El posmodernismo deconstruye los valores de la modernidad para crear un mundo que niega la objetividad y subvierte certezas centenarias, por lo que deviene en dogmatismo destructivo. Al vivir sin verdad, como si el mal no existiera, las sociedades europeas estn moralmente desarmadas, lo que supone una gran amenaza para su seguridad.
El posmodernismo surge tras la Segunda Guerra Mundial como un movimiento intelectual que desafa a la modernidad y sus instituciones mediante la deconstruccin, definida por Foucault como un ethos filosfico que se podra caracterizar como crtica permanente de nuestro ser histrico.
Critica la pretensin de conocimiento universal de la Ilustracin y la visin de que la ciencia puede alcanzar la verdad, dado que nada es absoluto porque no hay certeza fuera de la expresin lingstica; ms all del lenguaje y sus normas de existencia, dice Derrida, no hay conciencia de la realidad.
El posmodernismo identifica la existencia de muchas realidades y se niega a reconocer no slo las grandes teoras, sino la consistencia de cualquier idea, por lo que no existe la verdad, el amor, la bondad o la belleza. Niega la objetividad apoyndose en los cdigos ticos privados: la persona es libre de crear principios morales sin necesidad de seguir los valores y reglas tradicionales; quiere liberarse, dice Kundra, de las limitaciones de la ciencia y de un sistema de verdad que considera autoritario.
A diferencia de la modernidad, en donde la ciencia investiga los hechos, la posmodernidad los percibe e interpreta de varias maneras en funcin de la subjetividad del receptor. La verdad se crea sin ningn obstculo para la libertad; es un concepto culturalmente dominante del capitalismo tardo, precisa Jameson, que surge cuando el proceso de modernizacin se ha completado.
El problema 2t286b
El posmodernismo dificulta la comprensin de la realidad al rechazar el pensamiento racional y la visin omnicomprensiva que incluye los desarrollos histricos del pasado; al no haber realidad ni verdad, la objetividad se convierte en mito; debemos dejar de lado para siempre, precisaAndrews, la idea de que podemos producir conocimiento libre de valores.
Al abandonar la creencia de que una realidad estable sustenta las narrativas que creamos, la muerte de Dios nietzschiana, queda un vaco que el posmodernismo llena con narrativas que atentan contra el tradicional concepto de verdad; surge una diversidad de valores ajenos a la tradicin quesubvierte las certezas centenarias y deviene en dogmatismo destructivo. La supresin de la diferencia entre los dioses y los hombres lleva a negar el mal y cultivar la ignorancia del mal; sin embargo, slo a partir del reconocimiento del mal, precisa Kant, se puede construir una convivencia libre.
Es preciso superar un progreso mal digerido que no da valor al esfuerzo; McNamara les dice, en 1955, a los graduados de la Universidad de Alabama: La prueba de vuestra generacin no ser vuestra resistencia a la adversidad, sino cmo soportis la prosperidad. Por ello, es necesario elaborar una estrategia intelectual que se enfrente al intento de destruir la tradicin y la modernidad; los escritores soviticos, seala Glucksmann, supieron hacerlo mostrando la carga mortal posmodernista y la proyeccin devastadora que provoca.
El principal problema de seguridad europea 5m5s2t
La seguridad es un valor sustancial en una sociedad democrtica porque sin seguridad no hay libertad; el posmodernismo, al deconstruir el sistema de valores, subvierte y socava la esencia democrtica. Las sociedades europeas, sin verdad, quedan moralmente desarmadas y, al vivir como si el mal no existiera, corren el peligro de desaparecer, en consecuencia, la democracia debe involucrarse ante la realidad de la guerra; se creen sagaces, seala Glucksmann, porque ignoran el peligro, que no les ignora a ellos.
La guerra es, en palabras de Clausewitz, el reino de la incertidumbre, por lo que los ejrcitos tradicionalmente se organizan en funcin de la experiencia adquirida en los conflictos previos. Sin embargo, despus de Segunda Guerra Mundial los cientficos sociales estadounidenses, con mentalidad posmodernista. consideraron que se poda eliminar dicha incertidumbre mediante el desarrollo de modelos abstractos, por lo que la guerra convencional fue relegada a un papel secundario en favor de los enfoques cientficos; los ejrcitos occidentales, precisa Hanson, buscaron insidiosamente formas de refinar las guerras.
Adems, despus de la Guerra Fra el utopismo del fin de la historia hizo de la guerra un anacronismo y las naciones europeas comenzaron a desarmar a sus Ejrcitos porque asumieron que las democracias ya no se enfrentaran entre ellas; pero el sueo termin y Europa, invadida por el posmodernismo, se encuentra inerme y bloqueada. La invasin rusa a Ucrania ha mostrado a un Continente que, cegado por el xito pacifista de la posguerra, ha olvidado los conceptos fundamentales de la disuasin; sus sociedades eluden las responsabilidades de la guerra y sus ejrcitos tienen pesadas inercias derivadas de un largo perodo relativista de operaciones de apoyo a la paz; en la Europa posmoderna, precisa Wijk, se olvidaron los conceptos fundamentales de disuasin nuclear y coercin.
Una vez eliminamos los valores fundamentales comunes, todo es relativo y ya no hay razn para defender a la sociedad, lo que afecta a los ejrcitos; instituciones cuya moral de combate depende de una verdad epistemolgica y ontolgica que contrasta con la tendencia deconstructivista que domina las sociedades posmodernas. En consecuencia, los europeos, dice Borrell, se enfrentan a la necesidad cultural, antropolgica, econmica, organizativa y poltica de organizar su defensa.
Las instituciones europeas, como fuerza ms poderosa en la configuracin de la identidad colectiva, estn eludiendo enfrentarse a los problemas que plantea un conflicto tradicional, lo que supone la amenaza ms peligrosa para la seguridad. Europa planea gastar miles de millones en armamento, pero el posmodernismo aleja a la sociedad de los ejrcitos y la escasez de soldados, precisa Monn, amenaza el uso efectivo de equipos militares modernos.
Europa ensimismada 2n6a3u
La ilusin demasiado tiempo mantenida de una Europa reducida a un papel de poder blando y excesivamente dependiente de un enfoque puramente tcnico, no resiste su confrontacin con la realidad. Las declaraciones voluntaristas de los lderes sociales no estn respaldadas por una capacidad de combate inherente a la disuasin efectiva; para qu sirve gastar en defensa, precisa Glucksmann, si no hay suficientes soldados que arriesguen su vida, ni sociedades que afronten las bajas en combate.
Europa vive en una ilusin que est lejos de la vida real; al no ver que el estado natural de las cosas es el conflicto, se aleja de una verdad demasiado intensa y angustiante. Al pensar que la guerra es cosa de otros, arrastra a la ciudadana al miedo, primero, y, en claro signo de decadencia, a la indiferencia despus. Ablica y adormilada, ignora que una comunidad sin verdad que defender se encamina a una derrota segura; nada puede prescribirse sabiamente en un ejrcito, precisa Du Picq, sin una comprensin exacta de la moral en el momento decisivo del combate. (Jess Alberto Garca Riesco, Coronel (r) y politlogo, Asociacin Espaola de Militares Escritores)
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